Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://umarmhbf548204.azzablog.com/38896076/recordando-el-cabezazo-de-zidane-en-alemania-2006